El jardín venenoso de Millie Flor, un cuento sobre la curiosidad
El jardín venenoso de Millie Flor es un cuento sobre la curiosidad en la infancia y su importancia. Un álbum ilustrado que nos ha encantado, reseñado por nuestra colaboradora habitual, Tamara Sastre.
Del texto y las ilustraciones: Christy Mandin
De esta edición: Grupo Editorial Luis Vives.
El jardín venenoso de Millie Flor: cuando la infancia se atreve
Este canto a la diversidad representado por un peculiar jardín está capitaneado por Millie Flor La Fae, una niña que se acaba de mudar a un barrio llamado Valle Jardín.
Allí podremos observar que reina una completa monotonía: todas las casas son idénticas, todo parece extremadamente perfecto, controlado, resultando artificial y aburrido.
Cuando Millie comienza a cultivar sus semillas sufre un gran rechazo por parte de sus conservadores vecinos que lo consideran espantoso.
Lejos de abandonar, Millie es animada por su madre para que haga lo que de verdad le gusta.
Con este jardín que nos acerca a lo extraño, disfrutaremos de multitud de plantas diferentes llenas de humor e ingenio.
Si bien al final del libro nos explican que no son reales, sí hay un par de plantas que sí existen como son la boca de dragón y la planta araña que son fascinantes.
Inspirado en la historia de un jardín del norte de Inglaterra, este bonito álbum nos invita a conocer lo diferente y a percibir lo extraño con curiosidad y asombro para no convertimos en una sociedad indiferenciada.